Girona
En la infancia nos gusta coleccionar cosas. Yo recuerdo mis colecciones de canicas, cromos, sellos, monedas, miniaturas,… La gracia de coleccionar era conseguir cuantas más mejor, y contarlas, y pasarte horas ordenándolas, y mientras lo hacías ibas repasando la historia de cada una de las piezas. Aquél cromo que no conseguiste hasta el final y que parecía que no ibas a tener y finalmente lo conseguiste a cambio de otros 50 . O aquella canica tan bonita que conseguiste ganando en una partida en la que jugaste impecablemente… Ahora ya no colecciono nada de todo eso, pero me he dado cuenta que me gusta coleccionar momentos, y hacer listas , y guardar fotos y ordenarlas, y recordar….
Efecto Nueva York…
Estoy en plena efervescencia! Hace un tiempecillo que tengo un amor loco, apasionado, de los que me llenan…Digamos que es una relación abierta ya que no acabo de ser totalmente fiel. Pero sí leal, honesta y sincera ( estás características son mucho más importantes que la fidelidad ) y después de dos años en que no he dejado de recordar, nos vamos a volver a reencontrar. Voy a retomar mi affaire con la ciudad de la que me enamoré dos veranos atrás…
En cuanto llega la confirmación de mi vuelo a la bandeja de entrada, se desencadena todo. El efecto Nueva York…
Echaba de menos esta sensación. Y a pesar de ser la segunda vez que emprendo esta “aventura” en solitario, mi cuerpo y mi mente estan teniendo las mismas reacciones: pulso y respiración acelerada , ilusión a lo largo de todo el día, ganas de madrugar ( más…), lo que significa dormir poco porque me despierto con unas ganas locas de seguir con lo que dejé a medias el día anterior, o de ver si me han contestado los emails que he enviado a mis futuros anfitriones de Nueva York, o de buscar y rebuscar entre hoteles, para recrearme en encontrar los que serán mis alojamientos durante las tres semanas en las que me reencontraré con la ciudad donde confluye parte de la energía universal ( ya sabéis que soy un poco frikkie con este tema de las energías…os cuento mi teoría en otro post ). La ciudad que me sacude, me recarga, me eleva, me da paz… ciudad a la que voy feliz simplemente por estar ahí.
Aún quedan 6 meses para que me vaya pero el proceso ya se ha iniciado y el efecto Nueva York se está regenerando en mi, aunque…nunca se fue. Desde que entró no pude dejarle ir.
En dos años, una ciudad que evoluciona tanto, me estará esperando con un montón de rincones nuevos, de gente que aún no conozco pero que el universo ya ha puesto en mi camino para mí. Pero también me reencontraré con personas que conocí, personas que fueron importantes en la construcción de esa mi primera aventura.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, y yo estoy muy de acuerdo con eso ( aunque hay siempre excepciones que confirman la regla..), pero esto no es una segunda parte, es un nuevo capítulo de una historia que empezó unos años atrás, el día que decidí dejar atrás todas las tristezas, penas y lastres y coger las riendas de mi nueva vida, y en medio de esta nueva vida, en uno de los capítulos decidí ir a Nueva York, y dejé expresamente muchísimas cosas por ver y hacer, porque tenía muy claro que iba a volver y que volvería este año.
Llevo días sin escribir ningún post, y no tengo ni idea de cuando volveré a escribir otro antes de que me vaya ( desde ahí tened por seguro que voy a escribir muchísimo, ya que es una de las cosas con las que disfruto en mis viajes ). Pero hoy por hoy voy a escribir solamente cuando el cuerpo me lo pida. Estoy actualmente en una fase más analítica, de observación, investigación y recopilación de datos. Leo muchísimo más de lo que escribo y escucho muchísimo más de lo que hablo. No me acuerdo de llamar a nadie, porque no me doy ni cuenta y pasan las horas y los días volando. Estoy en una nube, feliz, flotando, disfrutando de cada minuto que paso en soledad delante del ordenador o de un libro…el teclado saca humo, tengo abiertas mil pestañas, me regodeo de lo afortunada que soy de poder disfrutar de lo que estoy disfrutando, de cómo me deleito imaginando lo que haré cuando esté ahí. Y una vez más, aunque dispongo de tres semanas, se me van a hacer cortísimas. La primera vez que fui a Nueva York, alguien me dijo que esa ciudad no me la iba a acabar. Sé que cuando vuelva tendré exactamente la misma sensación: Nueva York no me la acabo… Para empezar me voy a alojar en tres barrios distintos a los tres en los que estuve la otra vez. Pero eso lo dejo para otro post.
Mientras, para aquellas personas que aterrizáis en mi blog por primera vez y ya estáis preparando vuestro viaje a Nueva York, os dejo todos los posts con toda la información sobre Nueva York, buscar alojamiento, escoger barrio, que ver en Nueva York, y pensamientos personales sobre la ciudad. Aquí tenéis el link.
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Muchas gracias por leerme y por seguir aquí.
Regent´s Park, London…
Una de las ventajas de encontrase a una misma, es que es más fácil dejar señuelos para que te encuentren otras personas. Y cuando esas personas te encuentran solo te queda recibirlos con los brazos abiertos y compartir con ellos todo tu amor, tu ser, tu esencia, para que se sientan como en casa. Exactamente igual que cuando vienen familiares o amigos a visitarte, y quieres compartir con ellos tu hogar. Quieres que lo encuentren acogedor, confortable, cálido y luminoso.
Para encontrarte a ti misma, no hace falta ir muy lejos, solo hace falta que te despojes de todo lo superficial, y allí, debajo de todas esas capas, sí sí ahí mismo…estás tú! Pero lo que puede llegar a ser difícil es ser totalmente sincera contigo misma, dejar a un lado para siempre los autoengaños, y analizar con muchísima atención que es lo que te hace feliz, que es lo que te emociona, que es lo que te hace estar en paz contigo misma, que es lo que quieres para ti, como quieres que sea tu vida, que tipo de personas quieres a tu lado, por donde no estás dispuesta a pasar bajo ningún concepto, y una larga lista de labores que debes llevar a cabo en soledad para no crear distorsiones, para no caer en la tentación de ponerte máscaras, y sobretodo para que no te influya para nada la opinión de los demás, ni esos bienintencionados consejos.
Y no te preocupes porque cuando tú ya sabes quién eres, qué quieres, y no te apartas del camino, vendrán a tu encuentro los demás. Y adivina, qué….: los que vendrán serán exactamente como los que estabas esperando, son exactamente los que habías invitado a tu vida.
Dicho esto, cualquier lugar puede ser bueno, pero evidentemente hay algunos entornos que nos van a facilitar esa labor, ya sea por ser remansos de paz, espacios abiertos a la naturaleza, o, por supuesto nuestra propia casa (uno de los mejores santuarios en caso de que no la compartamos con nadie, claro ). Evidentemente no se trata de la labor de un solo día, tienes que buscar esas situaciones siempre que puedas, incluso cuando ya crees que te has encontrado, porque la persona más importante que vas a conocer en toda tu vida eres tú. Y si das amor a los demás, para ti ración doble! Si dedicas tiempo a los demás, para ti mucho más.
Cuando estuve este verano en Londres, en una conversación alguien me dijo que en Londres no iba a encontrar esa paz que ando buscando siempre que puedo. Quien me conozca sabrá que no puedo estar más en desacuerdo. Para empezar, mi apartamento en el Soho era un auténtico templo para relajarme, meditar hacer yoga, bailar, y un sinfín de actividades en la que solo se requería mi presencia…Pero además por supuesto encontré fantásticos lugares en los que disfrutar de mí.
He querido dedicar este post a uno de los lugares en los que más disfruté: Regent´s Park. Fui por recomendación expresa de mi anfitrión, ya que ninguna de las personas con las que había hablado antes del viaje me habían comentado nada de este parque. George me dijo que el parque más conocido es Hyde Park, pero el más bonito y al que les gusta más ir a los londinenses es Regent´s Park.
Así que le dediqué un día entero.
Mi recomendación: id a pasear por el barrio de Marylebone, es un barrio precioso, muy elegante, con varios museos para visitar ( no os perdáis la Wallace Collection en un antiguo palacete por el que vale la pena pasear ) después adentraos en el parque y deleitaos con su belleza inmensa ( incluso podéis hacer una parada para hacer un picnic o visitar el zoo ) . Pero Regent´s Park también viene con sorpresa: En el extremo opuesto por el que habremos entrado, encontraremos una de las salidas que nos adentrará de lleno en otro mundo: Candem Town!
Pasé ahí entre sus calles y mercadillos unas 4 horas, que incluyó también la comida en un restaurante español, el «Jamón Jamón” al que debo hacer mención porque Mercedes me trató con mucha simpatía y comí muy bien por poco dinero ( un par de platos, más vino, y café por 17 libras ). Si sois de las que cuando estáis muchos días fuera de casa echáis de menos las tapitas y andáis buscando un restaurante de comida española por Londres, esta es una muy buena opción en Candem Town. Os dejo aquí el enlace a su web, porque además del de Candem tambien los puedes encontrar en otros barrios de Londres.
Después de la comida y las compras, deshice el camino andado y volví otra vez por Regent´s Park hasta Marylebone..
Os dejo algunas de las fotos del parque. Por si algún día os apetece buscaros por ahí….
Versailles..
Si estáis en Paris una semanita, vale la pena que le dediquéis un dia a visitar Versailles. Para ello hay excursiones organizadas, pero si tenéis el alma independiente como yo, y os gusta hacerlo todo a vuestro aire, la manera más sencilla es coger el RER linea C de tren, y bajar en la última estación Versailles-Rive Gauche, el viaje dura aproximadamente 30 minutos desde el centro de París ( y hay varias estaciones donde lo podéis coger ).
Vale la pena que os organicéis bien el día porque hay mucho por ver y todo va a depender de vuestros gustos, vuestras ganas de caminar, donde y como queréis comer, etc…
Recomendación mía: Cuando os bajéis del tren, muy cerquita encontraréis un punto de información donde se compran tambien las entradas, y ahí mismo os ofreceran la posibilidad de coger un autobus que os dejará directamente en los dominios de Maria Antonieta. Como me gusta hacerlo todo caminando, no lo contraté, y creo que fue un error.No lo dudéis, id directos ahí, pasead todo lo que queráis, disfrutad del entorno , y os transportaréis a otra época y otro mundo. Es inmenso y yo que no creí que estaría tan lejos fui hasta allá caminando, más todo lo que caminé por los alrededores ( pura montaña ) incluyendo una hora que estuve perdida y no sabía por donde debía volver. Le domaine de Marie Antoinette es muy original y vale la pena visitarlo, ya que no tiene nada que ver con los lujos exagerados del Palacio. Yo os recomiendo que empecéis por ahi, y despues ya iréis caminando a través de los jardines hasta el palacio. Hay varias opciones para comer para todos los presupuestos. Yo ese día como estaba en un precioso palacio quise darme un homenaje y comí en el Angelina, lugar de encuentro de la aristocracia parisina desde que fue fundado en 1903 delante de Les Tuilleries de Paris . Sus paredes han acogido a Proust, Coco Chanel, y grandes modistos franceses, así que ahí me planté yo para disfrutar de una deliciosa “Soupe a l´oignon” y una ensalada. Tiene varios salones repartidos por Paris ( aquí tenéis su web por si os queréis recrear en sus especialidades, y por si necesitáis más información ).
Os dejo aquí algunas de las fotos que tomé ese día, pero antes debo hacer especial mención al Templo del Amor que forma parte del dominio de Marie Antoinette, en el que tenéis al mismisimo cupido. Como no podía ser de otra manera me entretuve un buen rato en su interior a ver si cupido se fijaba en mi…
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